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HISTORIAS DE VIDA

Una visita al ishtana, territorio ancestral barí

Una visita al ishtana, territorio ancestral barí

ProTierra Catatumbo
20/12/2023 ·  Norte de Santander

¡Queremos dialogar con ustedes, queremos escucharlos, conocer su pueblo!- Esta fue la primera frase que escuché de parte de nuestro director de Tierras y Desarrollo Rural, Hugo Gómez, en medio de una reunión con las autoridades tradicionales del pueblo barí, pensé en ese instante que los íbamos a conocer en espacios de reunión formal o después de largas reuniones y refrigerios.

 ¡Cuan equivocado estaba! porque seguido de esta frase manifestó aclarando “¡pero no aquí, allá con las comunidades, en su territorio!” hasta a los paisanos barí los sorprendió esta afirmación, quienes en tono jocoso manifestaron que era poco frecuente que quisieran visitar su ishtanao territorio como lo conocen en su lenguaje barí-aradadas las distancias y dificultades para el acceso.

Así comienza un corto relato al ishtana(territorio), a la tierra del trueno, como la conoce esta comunidad ancestral. Los barí son reconocidos como un pueblo guerrero, porque han sido fuertes, han logrado sobrevivir y pervivir a los atropellos de los invasores, guiados por la sabiduría de sus sadou(sabios).

Los preparativos de logística para la visita iniciaron con más de un mes de anticipación. Por recomendación de los barí, no llevamos muchos alimentos, nos manifestaron que la karavasaina(comida), lo teníamos en la comunidad. En ese sentido, empacamos tres hamacas, nuestro menaje, mosquiteros y repelentes. Emprendimos el viaje en la mañana a la comunidad de yera desde el casco urbano de Tibú, luego llegamos hasta el corregimiento La Gabarra y de allí tomamos canoa río arriba hasta el punto conocido como Puerto Las Indias, allí nos estaba esperando la guardia indígena y dos mulas, ante la presencia de algunos hombres que son la ley en estos sectores alejados del Catatumbo profundo.

Desde allí, inició una caminata de cuatro horas aproximadamente montaña arriba, “los guardianes en realidad trotan en partes llanas y cabalgan sobre las piedras en sectores rocosos, pero según ellos caminan, e iban muy despacio con nosotros”, exclamé en uno de los cuatro momentos que tuvimos que parar por el sol, el cansancio y la deshidratación a causa de la humedad de la selva. En uno de estos, a uno de los compañeros de travesía, se mareó, o como decimos coloquialmente, ‘le dio la pálida´ y ante la imposibilidad de montarlo en una mula o de cargar al hombro por sus 1.90 metros de estatura, tuvimos que asistirlo con agua y dulce para que pudiera recuperar fuerzas y continuar el camino. Los paisanos disfrutaban esta situación, haciendo comentarios jocosos, como “Apenas estábamos empezando el camino, que más adelante era un poco más empinado, que íbamos en lo plano”. Finalmente, cerca de la comunidad llegamos a una quebrada de aguas cristalinas, en la que, al verla, nuestra primera reacción fue tirar el morral y saltar a estas frías aguas.

 

Llegamos a la comunidad a las 4 p.m. y a esa hora ya había pasado el almuerzo, por lo tanto, tuvimos que esperar hasta las 6 p.m. para comer algo. Al día siguiente Rosmira, Milena y Carlos me celebraron el cumpleaños, intentaron llevar un ponqué, el cual, ya no estaba redondito, sino aplastadito y en boronas, ¡me causó mucha alegría!, por el cumplido y por el ponqué. Los dos días siguientes avanzaron entre diálogos con los sadou, quienes entre historias nos contaban de las guerras con arco y flecha contra los conquistadores españoles, entre las que resaltaban la victoria que tuvieron cerca de yera contra el conquistador Ambrosio Alfinger, al cual, derribaron de un caballo con un flechazo en el pecho que le atravesó la coraza.

Las prácticas de recolección de frutos silvestres, en las mañanas, nos llamaron mucho la atención, en la madrugada todos los miembros de la comunidad, desde el más pequeño hasta el más grande, salen al bosque a recolectar frutos silvestres. Les gusta jugar muchísimo al fútbol, curiosamente tienen dos canchas en barro, las cuales, ocupan simultáneamente todas las tardes en campeonatos mixtos después de sus actividades cotidianas. Como resultado de estas charlas y discusiones, logramos concertar un plan de trabajo para apoyarlos en proyectos de seguridad alimentaria, proyectos productivos de ciclo largo y acciones para generar capacidad en torno al reconocimiento y defensa del territorio.

Mirar más allá del lente de los medios periodísticos y la estigmatización, ha sido la clave del éxito para llegar a donde otros no llegan y hacer lo que otros no hacen.

Este es un corto relato de algunos sucesos y memorias de la misión a la comunidad de yera, resguardo motilón-barí por parte del equipo de ProTierra Catatumbo. Al momento de escribir este relato, los colegas de los componentes productivo y seguridad alimentaria, se encuentran adelantando las acciones para materializar a inicios del 2024 las primeras entregas de los proyectos productivos y de seguridad alimentaria. Para ellos y todo el equipo de ProTierra Catatumbo, toda mi admiración por su esfuerzo, dedicación y terquedad inquebrantable para sacar adelante todas estas acciones en este gran territorio llamado Catatumbo.

 Por: John Rodríguez, especialista legal (ProTierra Catatumbo)


 

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