Ser un hombre negro, migrante y gay
Avanzando El FuturoEl 8 de febrero de 2017, con tan solo 14 años, Steven Camargo migró desde Venezuela a Colombia, viviendo la incertidumbre junto a los más de 35.000 venezolanos que, de acuerdo con Migración Colombia, ingresaban al país diariamente durante el mismo año.
Tiempo después Steven pudo terminar su bachiller en Cartagena, en la Institución Educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, un logro del que se siente orgulloso, pero más orgulloso se siente saber que hoy, a los 19 años de edad, puede decir abiertamente quién es:
“Steven Moreno es un hombre gay, activista de la población LGTBIQ+, un hombre bailarín, decorador empírico, apasionado y enamorado del arte”
.
Baila desde sus 8 años y basta solo hablar con él para notar la atención que le pone a cada movimiento, no solo al bailar sino también al caminar y hablar.
“Actualmente me estoy desempeñando mucho más en el arte del contemporáneo del vogue o voguing”
, un baile que surgió en los 80 en Nueva York, y que se ha convertido en símbolo de resistencia de la comunidad LGTBIQ+ frente a la discriminación.
Tiene un emprendimiento llamado Mundo Ilusiones, dedicado a la decoración de todo tipo de eventos
“Yo a mi edad nunca pensé que iba a tener un emprendimiento (…) y pues, agradecido con Mercy Corps porque me ha ayudado en todo mi proceso, asesorarme con mi emprendimiento y que siempre están ahí con sus charlas”.
Steven recuerda el día que llegó a la Casa Afirmativa por primera vez
“Yo llego a Caribe Afirmativo un 17 de febrero de 2020 sino estoy mal, ese día fue mi primer taller con Mercy Corps”
, un primo de la comunidad le explicó,
“si no tienes plata para ir, ellos te van a dar un subsidio de transporte y una merienda y te van a indicar todo”.
Esa tarde su mente cambió, iba con una mente rara pero empezó a escuchar a las personas decir
“ yo soy venezolana y me reconozco como una mujer lesbiana, soy un hombre venezolano, me reconozco como hombre gay, soy colombiano y también me reconozco como un hombre en gay… y yo como que ¡wow!, tantas personas gay, o sea, yo nunca había estado en un espacio así”.
Ese mismo día Steven conoció a quien hoy es su mejor amigo, Brayan, alguien con quien está eternamente agradecido porque ha sido un pilar fundamental en su crecimiento como persona y como artista.
“Yo con Caribe Afirmativo y Mercy Corps he surgido como persona, me han enseñado a enfrentar mis dificultades y controlar mis emociones (…) a no ser esa persona que antes tenía unas ganas de no salir adelante, de quitarse la vida, porque he pasado por momentos fuertes donde ya no quería existir, pero ellos estaban ahí para ayudarme, para hacerme saber de que sí puedo existir y que tengo que existir y resistir como persona, como un hombre negro, marica, afro, migrante”.
Otro recuerdo importante para Steven es haber estado en la segunda Marcha del Orgullo en Cartagena junto a Caribe Afirmativo y Mercy Corps, cuenta que en la primera marcha solo hubo unas 600 personas, en esta fueron alrededor de 3.000 personas
“lo cual puedo decir que es un orgullo para mí, porque no es fácil cuando se luchó tanto (…) fueron un sinfín de reuniones para que esto se hiciera legal y nosotras las maricas estuviéramos ahí”.
Porque anteriormente la palabra “marica” era sinónimo de ofensa, pero hoy para ellos y ellas es sinónimo de lucha y resistencia,
“somos maricas, que vamos a luchar por lo nuestro, que sí tenemos futuro y no nos vamos a quedar callados, vamos a seguir saliendo a las calles y a muchos lugares”.
Como activista Steven vive cada día preparándose y estudiando para poder defender los derechos de los migrantes y de las personas LGTBIQ+,
“nosotros las personas migrantes venezolanas pasamos por muchas situaciones fuertes acá en Colombia, donde se nos ven vulnerados muchos derechos”.
Su sueño es ser conocido como un hombre marica que ha luchado por sus derechos, por la reivindicación y por los derechos de los homosexuales y que
“los ha ayudado a salir adelante, a sentirse fuertes y a no sentirse humillados por el mundo”,
y en ese mismo caminar, poder ser parte del equipo de trabajo de Caribe Afirmativo o de Mercy Corps, para desde ese lugar, luchar por los suyos y por los que no tienen a nadie.