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Eliécer Machado - Oficial de M&E

Un día, me hicieron esa pregunta y recuerdo que la respuesta fue muy simple, casi instantánea. Respondí: mi familia. En el fondo, estoy seguro que esa no era la respuesta que esperaba esa persona, pero sellé mis palabras con una amplia sonrisa.

¿Qué esperaba esta persona escuchar entonces? Es difícil saberlo, porque la motivación proviene de muchos elementos y variables; puede surgir en diversas direcciones, pero casi siempre, esperamos que ocurra desde afuera. Quizá, estemos condicionados a que el esfuerzo que realizamos en cualquier tarea sea recompensado con algo tangible o algo equivalente a nuestra labor. No hay que mentir, a todos nos gustan los premios y los regalos palpables.

Con el tiempo, entendí que la motivación que la mayoría de las personas obtienen en su día a día, siempre proviene de un estímulo externo (familia, amigos, pareja, música, salario, viajes, cine, experiencias en general) y eso está bien, pero se condiciona a que, si no estoy en ese preciso momento bajo esas condiciones, es probable que sienta que no debería estar donde estoy; es sentir que mi mente está justo donde debería, mientras que mi cuerpo está atrapado justo donde no quería.

Cuando a pesar de todas las situaciones adversas que afrontemos y todos los retos que se nos presentan, notemos que seguimos respirando, que estamos en pie. Quizás cansados pero aún moviéndonos. Tal vez con fuerzas necesarias para realizar gestos quejumbrosos; allí entenderemos que somos afortunados. ¿Por qué? Porque estamos vivos. Porque, aunque no me quería levantar de mi cama, abro mis ojos y puedo disfrutar uno de los tantos días que tengo, con la fe de que no es el último. Esa, por muy simple que parezca la respuesta, debe ser la que te motive hoy. 

Somos parte de algo infinito, a pesar de que nuestra existencia no lo sea. Así mismo, es la motivación. Parece que se acabara por momentos, pero siempre hay una chispa que la enciende haciendo que tu ser irradie inspiración. Trata que esa chispa seas tú; hablándole a otros, hablando cosas buenas de otros, hablándole a tu yo interno, esperando que se transforme en esa mejor versión que anhelas.

Ahora te pregunto, ¿qué te motiva hoy?

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