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Danabis Palacio Patiño - Técnica de Protección y Género

Pasamos la vida buscando aquello que llene nuestro corazón, lo que creemos que nos hará felices y, sobre todo, lo que nos brindará un camino hacia la calma. La vida genera un sinfín de sentimientos, emociones y momentos que nos llenan de dudas, frustraciones y que nos abren las puertas a nuevas experiencias que jamás imaginamos alcanzar. A menudo, nos negamos a reconocer nuestro poder y el control que tenemos sobre nuestras vidas; nos cuesta aceptar que somos capaces de ser nuestros propios arquitectos y de confiar en nosotros mismos. 

Es en este punto, donde ese poder interno nos habla. Al hacerlo consciente, comenzamos a trabajar desde la manifestación. Para mí, manifestar es hacer visible lo que antes no lo era. En un contexto espiritual o de desarrollo personal, se refiere a la práctica de atraer y hacer realidad nuestros deseos e intenciones a través del pensamiento positivo, la visualización y la creencia en que podemos lograr lo que anhelamos. 

Una anécdota significativa para mí es cuando comparto con mis compañeros que desde hace mucho tiempo deseaba ingresar al mundo humanitario, especialmente en una organización como Mercy Corps. Pasé casi un año aplicando a diferentes regionales, buscando puestos que correspondieran a mi formación como psicóloga, incluso algunos que no eran estrictamente de mi área. Fue entonces cuando comenzó mi proceso de manifestación. Cada día agradecía por la oportunidad de este trabajo, por la experiencia que estaba a punto de vivir y por la posibilidad de contribuir en algo que llenara mi alma y mi corazón. 

Esa manifestación se volvió real y las emociones que inundaron mi ser fueron inmensas. Sin duda, sentía temor ante cómo sería mi primera experiencia, pero al encontrarme con mis compañeros (que ya no son solo colegas; sino amigos) me invadió una profunda paz. Mercy Corps no solo ha sido un capítulo maravilloso de mi vida, sino un espacio que me ha permitido reflexionar sobre mis propias experiencias y conocer casos de resiliencia que me han inspirado. 

He comprendido que las manifestaciones nos otorgan el poder de crear el futuro que deseamos. Nada es demasiado grande o imposible para nosotros. Nuestra mente tiene la capacidad de atraer todo aquello que nuestro corazón desea, ya sean nuestras metas conscientes o incluso inconscientes. Después de esto, solo queda maravillarnos por todo lo que hemos logrado. 

De Mercy Corps me llevo conocimiento, amor, alegrías, risas y una profunda pasión por lo que hago, así como la ilusión de volver a compartir momentos con personas tan extraordinarias. Del programa JovenPro, me llevo la elocuencia de mi coordinador, la tranquilidad, creatividad y liderazgo de Medios de Vida, así como la sabiduría, fortaleza y honestidad de mi maravillosa Oficial. De Mercy Corps, sin duda, me quedo con las risas y la música del equipo de Avanzando El Futuro, la calma frente a las tormentas y el amor en el área de salud y transversales, así como el cariño de cada uno de mis compañeros de las diferentes áreas. 

Quisiera cerrar recordándoles que crean en ustedes mismos y que no den por sentado nada en su vida, porque todo puede cambiar, todo puede fluir y ser como ustedes deseen. Siempre busquen su felicidad y llenen su vida de amor. Mercy Corps brinda eso: la oportunidad de conocer personas y experiencias que enriquecen nuestra existencia y que nos hacen ver la vida de formas muy diferentes. No dejen pasar esa oportunidad. 

Desde el fondo de mi corazón, manifesté mi deseo de ser parte de Mercy Corps, y continúo manifestando que en un futuro podré aportar nuevamente con ustedes.

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